28.8.08

viaje al ocaso de la utopía

las aspas del tiempo desmenuzan la verdad.
el sueño que pretende vivir despierto
está condenado a fracasar.
a dios, al comunismo y al amor en tus manos,
les espera el mismo final,
olvido,...,
olvido tras siglos de fe malgastada.
tantos pasos andados sobre aguas
no siempre transparentes.
Tanto deseo en vano...
Bienvenido al ocaso de la utopía.
dónde ya no caben sentimientos sin noción del tiempo,
dónde no puedo encender velas boca abajo,
no puedo, no sintiendo el aliento de u en mi nuca,
no puedo.
Bienvenido al ocaso de la utopía,
dónde ya no hay lugar para la contradicción.
No puedo andar a la pata coja sin dolor,
no puedo.
Siempre dolió más la muerte de la idea
que la muerte del ser,
duele cuando el sueño se convierte
en cadena de eventos catastróficos.
Bienvenido al ocaso de la utopía,
dónde no hay consuelo, ni de tinta ni de caramelo,
ya o hay regreso, ni huida hacia adelante.
Ver de cerca el sol tuvo un caro peaje,
casi nos quedamos ciegos,
así que esperamos una lluvia de estrellas cuadradas,
pero sólo cayó la luna.
Bienvenido al ocaso de la utopía,
bienvenido al nacimiento de un lamento eterno.

5.8.08

Cuentas Pendientes

La fe mata,
la esperanza, su cómplice,
ante tu sonrisa,...,
me vuelvo hemofílico.
Entre realidad y yo,
grandes muros.
La suerte,
una psicópata hija de puta
que siempre cambia de vereda.
Y mis sentidos, sólo ocho,
insuficientes.
Mis neuronas, una y media,
cada vez más separadas.
Siete mil millas más allá de cualquier lugar,
¿cúal es nuestro hogar?,
lo más cerca, ninguna parte,
lo más lejos que quiero ir,
algún punto del perímetro de tu ombligo.


(escrito bajo el sol de la XXIIª Milla Urbana - 24-07-08)