la esperanza, su cómplice,
ante tu sonrisa,...,
me vuelvo hemofílico.
Entre realidad y yo,
grandes muros.
La suerte,
una psicópata hija de puta
que siempre cambia de vereda.
Y mis sentidos, sólo ocho,
insuficientes.
Mis neuronas, una y media,
cada vez más separadas.
Siete mil millas más allá de cualquier lugar,
¿cúal es nuestro hogar?,
lo más cerca, ninguna parte,
lo más lejos que quiero ir,
algún punto del perímetro de tu ombligo.
(escrito bajo el sol de la XXIIª Milla Urbana - 24-07-08)
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