Deletreo tu nombre:
invertir el ocaso,
revertir la oscuridad contra tus
labios,
e invertir el ocaso,
viajar a ciegas por las montañas
rusas,
y al borde del ocaso,
revertirlo.
Lanzar llaves sin puertas ...
contra el espejo del ocaso.
Dibujar lo invisible,
constelaciones sobre ocasos cercanos,
cielos revrtibles.
Al invertir el ocaso,
duele más lo invisible que lo
tangible,
contusiones internas,
golpes de silencio al invertir el
ocaso.
El gris no existe en las piedras que
lloro,
en el camino hacía la inversión del
ocaso.
Prohibir los verbos enterrados,
desenterrar el ocaso.
La sal de lágrimas carbonatadas,
invertir el ocaso,
y al invertir el ocaso,
desgarrar la transparencia,
hacerla tangible,
invertir el ocaso,
y en sus sombras abandonar los porqués.
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