ni aferrándonos a la distancia,
conseguimos esquivar
la ley de gravitación universal.
una conversación,
a base de monosílabos,
suspiros
y rugidos.
un ¿qué? sostenido,
y otro silencio.
un tímido:
"no podemos",
un segundo eterno,
y la gravedad,
actuando de nuevo.
ni con tierra de por medio
olvidaron mis manos,
la topografía de tu cuerpo.
se hizo real y tangible,
en nuestro encuentro,
aquello a lo que algunos llaman
amor verdadero.
tan tangible
que araña,
tan real
que transpira.
tangibles:
tus labios en mi piel,
mi lengua en tu cuello,
tus dedos entre los míos,
mi cabeza en tu pecho.
real como solo puede ser
el aquí y ahora.
tan tangible
que enmudece,
tan real
que otra vez,
nos invade el miedo.
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