por naturaleza,
el pirómano,
es ignífugo.
curtida,
la piel y el alma,
a llamaradas.
de lágrimas pasadas,
la patina,
de su armadura.
de la chispa,
al volcán,
dormido.
desolación,
y tierra quemada,
sus paisajes cotidianos.
la esperanza,
carbonizada,
la chimenea por deshollinar.
fuego,
humo y ceniza,
eternas compañeras.
ignífuga la naturaleza del pirómano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario